Windows 11 no puede instalarse de manera «oficial» en ordenadores que usen procesadores anteriores a los AMD Ryzen o a los Intel Core de 8ª generación. Aunque la compañía permite instalarlo incluso si no se tiene hardware compatible de manera oficial.
Los requisitos mínimos que exige Microsoft son:
Procesador mínimo de 1GHZ, con dos o más núcleos, de 64 bits compatible o
un sistema chip (SoC). Memoria RAM debe ser igual
o superior a 4 GB. El almacenamiento debe ser al menos de 64 GB, Microsoft avisa que es posible que se necesite espacio de almacenamiento
adicional para descargar actualizaciones o habilitar características
específicas. La tarjeta gráfica del ordenador debe ser compatible con DirectX12.
Debemos tener UEFi compatible con Arranque seguro y TPM 2.0. Es este TPM 2.0 uno de los
problemas más importantes a la hora de poder actualizar el ordenador.
Microsoft desde su página web, explica: “Si decides instalar Windows 11 en
hardware que no es apto, deberías tener en cuenta que existe el riesgo
de que haya problemas de compatibilidad. Es posible que el dispositivo
no funcione correctamente debido a estos problemas de compatibilidad u
otros problemas. Ya no es posible garantizar que los dispositivos que no
cumplan estos requisitos del sistema reciban actualizaciones,
incluidas, entre otras, las actualizaciones de seguridad”.